Es conocido el hecho de que los niños lean en voz alta. Esto es bien comprensible ya que lo hacen porque están aprendiendo a leer. En cambio los adultos, salvo en casos especiales, casi nunca leen en voz alta. Y, cuando tienen que hacerlo, es frecuente que se sientan incómodos.

El único caso en el que saber leer correctamente en voz alta se convierte en una necesidad, es cuando esto tiene un sentido profesional: locutor de radio o de televisión, conferenciante, político, etc.

La velocidad de lectura de una persona habituada a leer en voz alta es de 150 P.P.M. De esto se deduce claramente que si leemos de este modo estamos desperdiciando nuestras posibilidades de aumentar nuestra velocidad; o, más sencillamente, estamos reduciendo nuestra capacidad normal de lectura.

Este proceso se llama Vocalización y puede ser de dos clases: consciente o inconsciente.

La vocalización consciente es un fenómeno muy común. Todos hemos visto a alguien que lee moviendo los labios. Si nos acercamos, podremos oír como un susurro: cada palabra leída es repetida a media voz.

La vocalización inconsciente es también usual, y es el caso de las personas que no articulan los sonidos sino que utilizan la laringe: hacen vibrar involuntariamente las cuerdas vocales. Este acto reflejo se puede descubrir aplicando los dedos sobre la nuez de Adán, o sea, el cartílago tiroides. Si al leer se percibe cualquier vibración, podemos estar seguros de que hasta corresponde a una vocalización inconsciente.

Estos dos tipos de vocalización son muy usados, sin embargo, por una gran cantidad de personas que no emiten sonidos al leer pero los ‘‘sienten” como si hablaran mentalmente, este fenómeno se llama subvocalización.

La subvocalización consiste en repetir mentalmente lo que se lee. No se produce ninguna vibración, es decir, no hay ningún sonido; sin embargo, el lector “oye” como una voz dentro suyo.

Capacitaciones Empresariales

¿Te encanta leer?¿Aún no has acabado un libro cuando ya estás empezando otro nuevo? Entonces no lo dudes, la lectura es una de las mejores costumbres que podemos tener, esa que mejor cuidará de tu salud. Te invitamos a conocer todas esas grandes dimensiones.